Hemos creado un banco de sustantivos clasificados según sean: comunes, propios, concretos, abstractos, individuales y colectivos.
Sacamos al azar una palabra de cada vaso. Nos ponemos en parejas o tríos y cada pequeño grupo debe hacer una redacción en la que se relacionen los sustantivos extraídos de cada vaso al azar.
Trabajamos con un tablet. Elaboramos la historia con el narrador en primera persona y la mandamos por mail a nuestra profesora.
Al día siguiente uno del grupo lee la redacción que aparece proyectada en la pizarra digital y, entre todos, votamos por las mejores.
¿Quieres leerlas?
La ganadora con 6 votos es de Néstor y Marta:
Esta historia es sobre dos niños llamados Marta y Néstor. nuestra historia comienza aquí...
Un día nos quedamos al comedor con poca emoción, para comer había una asquerosa hamburguesa de acelgas. Esa noche yo ,Marta, soñé con un hámster llamado Nube que escapaba de un rebaño de ovejas y al final el amable granjero cogió al pequeño hámster y lo ayudaba a escapar.
En el colegio Néstor me contó su sueño que iba de que las cocineras del comedor lo secuestraban y le obligaban a comerse la asquerosa hamburguesa de acelgas.
La segunda y tercera mejores han empatado a 5 votos. Son las siguientes:
De Rayen y Andrea:
Un día me desperté y era un hámster. Vino una señora y me dijo,
¡VAMOS NUBE! ¡TE TOCA COMER ACELGAS! YO LAS ODIABA
Pero cuando fui a verlas...¡Había una hamburguesa rellena de acelgas! Cuando le di un mordisco ¡No me lo podía creer! ¡Estaba buenísimo!
Como era tan raro me escapé...¡Y había un rebaño de ovejas! Corrí y corrí y sentí mucha emoción porque era toda una nueva aventura.Por desgracia me desperté y tenía acelgas para comer.¡PUAJ! ¡QUÉ ASCO!
De Eva, Irene y Daniel:
Nosotros somos unos niños llamados Eva, Daniel e Irene que tenemos un
rebaño de
ovejas con cabeza de hámster. Todos los domingos nos comemos una
hamburguesa y un plato de acelgas, con muy poca emoción por las acelgas.
Un ladrón de ovejas, las raptó y se las llevó a su guarida secreta. Les seguimos,
Irene montada en un pegaso, Eva en dragón y Daniel en una moto voladora, entre las
nubes. Cuando cogimos al ladrón descubrimos que era un chiguagua que
tocaba el uquelele con cresta verde llamado Nube.